Los drivers o controladores son programas que sirven como una especie de intérpretes entre el sistema operativo y los dispositivos (hardware) del PC.
Sin los drivers, Windows u otros programas "no se entenderían" con el audio, la tarjeta de vídeo o la impresora que tengas en tu PC. Ni siquiera sabrían que esos u otros dispositivos existen.
Es decir que los drivers o controladores funcionan haciendo una abstracción del hardware, de los equipos tangibles, traduciéndolos a una interpretación mediante software. De tal modo, en el caso de las tarjetas de sonido podremos ver un Mezclador (o mixer) por software que nos permitirá regular las diferentes entradas y salidas: subir o bajar el volumen general, capturar audiomediante un micrófono o mediante la línea, regular el paneo estéreo (izquierda, derecha), activar o desactivar una salida digital o analógica, etc.
En el caso de una
tarjeta de video podríamos regular la resolución en que es mostrado el
escritorio de un sistema operativo, en cantidad de píxeles: por ejemplo, 1024 x
768 (horizontal x vertical), 1200 x 800, 800 x 600 y así.
En el caso del
mouse o ratón, podremos regular la velocidad con que se desplaza el puntero (o flecha), la
aceleración, intercambiar los botones izquierdo y derecho, etc.
Si no existiera un
driver, estos periféricos no
funcionarían en absoluto, incluso la existencia del controlador repercute
de forma crucial en cuanto a la posibilidad que tendremos sobre el manejo de los mismos: controladores limitados provocarán
que accedamos sólo a un grupo limitado de funcionalidades del hardware. Es el
caso de los drivers en desarrollo, que aún no están terminados y por tal razón
nos permiten hacer sólo una cantidad de las cosas se podrían realizar.
En sistemas como
Windows o Mac es más frecuente que el fabricante del hardware distribuya en CD/DVD, fuera o dentro de sus sistemas operativos privativos,
drivers certificados o no en relación a las empresas que producen el software:
Microsoft o Apple. En el caso de GNU/Linux o BSD, sólo en raras ocasiones las
empresas liberan drivers: a veces estos son privativos, a veces son libres.
Firmas como HP acostumbran a lanzar drivers para periféricos como Impresoras,
logrando una total compatibilidad.
Cuando una empresa no libera sus drivers, muchas veces los hackers (expertos
en computación que utilizan el ingenio para resolver un problema) realizar sus propios drivers colaborativamente mediante
diversos métodos, como por ejemplo la ingeniería inversa. Esto supone estudiar
cómo se comunica el periférico con el resto del sistema informático,
decodificar sus formas y traducir el análisis en un driver que nos posibilite
utilizar determinado hardware. A veces el resultado logrado supera en calidad y
funcionalidad a los drivers privativos. Por otro lado, en GNU/Linux, BSD y
otros sistemas libres, los drivers ya vienen incorporados al sistema, lo cual
es una ventaja para el usuario final: no tendrá que buscarlos en Internet ni
hacer nada extraño.
En determinados
casos, como los de las placas WiFi (inalámbricas), el usuario de GNU/Linux se
puede ver “obligado” a utilizar drivers de Windows mediante el
software ndiswrapper: sólo algunos chips soportan drivers libres, tales como
los chips Atheros, y los Realtek 818x (existen
excelentes dispositivos USB que funcionan con software libre sin más necesidad
que conectarlos a la PC).
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